Hace poco les comenté la idea de realizar la primera fase de un bosque comestible junto a las instalaciones del club, se realizó una colecta y aportación de plantas espontánea que permitió que la semana pasada pudiéramos plantar una veintena de arboles como manzanos, melocotoneros higuera, madroños… así como varias plantas medicinales como ruda, melisa, tomillo…
Anduve con el péndulo de aquí para allá para seleccionar las ubicaciones que a priori son mas beneficiosas, como el espacio es básicamente limo (fenomenal para la mineralización y capilaridad) trajeron también varios portes de estiércol que ligar con la lima del lugar junto a tutores, escardillas, palas… en fin, que entre todos cocreamos un estupendo bosque comestible que soñamos ver exuberante en pocos años junto a la rivera del río Genil.
Salud y ¡abundancia papafritera!
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