Si nos atenemos al principio permacultural de la aceleración de la sucesión natural del bosque clímax debemos ir introduciendo especies continuadoras del principio motor del siguiente status evolutivo del entorno.
Nosotras al llegar al espacio que adoptamos como Al Tarayat, teníamos una gran labor en este aspecto-principio de la PermaCultura.
Nos encontramos con un lugar arrasado, casi desértico donde el exterminio no sólo se había ejercido sobre la flora autóctona, en la campilla andaluza además, se ha realizado un genocidio a todos los niveles…
A nuestra llegada, “gracias” a los principios auspiciados por la Revolucion Verde comenzamos con un espacio donde el uso-abuso indiscriminado de productos petro-químicos y manejos de labranza con volteos incluidos habían diezmado a la población de seres vivientes y sintientes del entorno, ni lombrices, ni pájaros, ni crisopas, ni mariquitas, ni, ni, ni… por no haber no había ni moscas. Y no es que seamos cegatos para la vida en el campo, pues no provengo del movimiento neorural, soy mas de campo que un chaparro…
Los únicos animales que podíamos observar eran las libres y perdices que “protegían” los agricultores para poderles dar caza durante la veda de coto y que se sustentan del forraje y el grano que surge de los únicos tres cultivos que se practican a los largo de 20km a la redonda en esta zona: trigo, girasol y haba.
A nuestra llegada (junio de 2010) comenzamos con un mini-huerto que al menos dio algo de color a la zona y plantamos, aunque en mala fecha diez arboles, había que plantar algo ¡Como fuera!!!
Esto nos permitió contemplar y escuchar a un par de pájaros que se acercaban durante el día…
Desde que llegamos no labramos la tierra, así que al estar en una vaguada, antigua zona de laguna que secaron para el cultivo intensivo, esta tierra es bastante fértil, las plantas adventicias empezaron a brotar por doquier y en menos de dos años ya teníamos un catálogo bastante diverso de ellas…
Nuestro primer esfuerzo pues, recuperar algo de bajo monte: romero, lavanda, tomillo, tanaceto, hipérico, ruda, retama… Y dar color al espacio: caléndulas, dalias, equinácea, manzanilla, hinojo, moco de pavo (amaranto)…
Durante la primera primavera en marzo de 2011 plantamos 30 arboles frutales de diversas especies y variedades de manzanos, melocotones, ciruelos y naranjos.
En la primavera de 2012 introducimos sobre 400 arboles frutales de mas especies y variedades como perales, albaricoques, nectarinos, membrillos, caquis, higueras, vid, paraguayo, limonero, pomelo, albarillo… además iniciamos la primera campaña de reforestación autóctona con casi 400 arboles autóctonos como diversos quercus, algarrobos, madroño, durillo, espino blanco, pino piñonero, coscoja, lentisco, álamos…
En 2013 volvimos a la carga con mas arboleda autóctona y algunas decenas de frutales mas que nos regalaron.
Entre la campaña de reforestación de la Junta de Andalucía y los árboles que tiraron los productores de frutales para viveros por las arriadas en la zona sur de Córdoba, escasa ha sido nuestra inversión para tener cerca del millar de arboles en esta zona tan deprimida en tres años de andadura..
Los animales siguen apareciendo por doquier junto a nuevas plantas adventicias, el bosque clímax se reconstituye y nosotras, mas cerca de un entorno sano, diverso y comestible que nos nutra a todos los niveles.
Actualmente lo que están proliferando es la biodiversidad de pájaros, el primer año no había ninguno, luego empezaron a aparecer los gorriones, ahora crían jilgueros, pechirrojos, mosquiteros, alcaravanes, algún mochuelo hemos avistado y un largo etc!!!
Espero que hayáis comprendido el principio básico para generar biodiversidad en un espacio. ¡Permitir a la Pachamama regenerarse!
Salud y biodiversidad!
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