La relación entre animales humanos y no humanos ha sido tradicionalmente una relación de sometimiento por parte de la especie humana al resto de seres, ya sea con “buena intención” a la cual hemos denominado “domesticación”, alterando el comportamiento de perros, gatos, loros… es decir, ¡Humanizándolos! o directamente bajo un régimen de esclavitud como la acaecida a los burros como carga de trabajo, los caballos como herramientas de transporte, la tortura al toro por disfrute y un sinfín de servicios que nos han “ofrecido” los animales a los que hemos explotado sin ninguna piedad ni enjuiciamiento de lo que estábamos haciendo…
Desde hace unas décadas están en auge los movimientos de liberación animal que defienden y promueven un trato con las demás especies no humanas como seres de plenos derechos.
Desde este concepto podemos observar que cuando nos levantamos para tomar un vaso de leche, estamos promoviendo un trato de sometimiento a la vaca, la cual fue violada por el mamporrero para que al quedar embarazada generara leche, le robaran a su hijo (ternero) para alimento humano, además de estar robándole diariamente la leche que debería estar obviamente destinada a su cría ¿Qué pensaríamos si esto se realizara a una hembra humana? ¡A una mujer! Y encima nos educan a percibir que las vacas son felices en las praderas sirviéndonos de alimento, como si a ellas les gustara …
La virtud esta en el término medio, ya lo dijo Aristóteles hace siglos siendo una verdad inmutable al tiempo.
No podemos continuar como especie humana sometiendo a los animales sin pudor ninguno, ni tampoco debemos abocarnos a no tener ningún tipo de relación con otras especies.
A mi parecer no es justo que un perro viva en una ciudad pues es un espacio-hábitat diseñado para el humano y por lo tanto el perro no se puede desarrollar como tal, al igual, en el ámbito rural no se puede seguir sometiendo a vacas, cabras, ovejas, abejas, caballos… para las “necesidades” que en realidad son caprichos humanos.
Pero tampoco es justo que como promueven algunas corrientes del movimiento para la liberación animal no tengamos ningún tipo de relación con el resto de seres no humanos, ¿Acaso no establecen ellos distintas relaciones de cooperación? ¿Por que no establecer nosotras como otra especie mas relaciones de cooperación con el resto de especies?
Para ello debemos permitir que los animales no humanos vivan en su hábitat natural, se regulen y autogestionen a su manera, teniendo un impacto inusual en sus vidas con una intervención mínima.
Para concluir prefiero visualizar mi posicionamiento con un ejemplo claro y conciso de lo que creo que se debiera promover:
Podemos tener gallinas encarceladas en jaulas o grandes gallineros (da igual la amplitud del espacio, el caso es que así siempre estarán encarceladas), podemos estar interviniendo en su alimentación diariamente con aportes externos, regulando su población… este es el caso de la relación convencional, por otra parte, podríamos no tener contacto alguno con las gallinas como promueven algunos sectores de la liberación animal, o en cambio, podríamos tomar el camino de enmedio, relacionarnos con nuestras hermanas las gallinas desde una posición de equidad y cooperación, es decir, podemos crearles un espacio de refugio para la noche, donde se refugie la que quiera, dejar que se alimenten durante el día de las hierbas del campo, no intervenir en su autorregulación de población y demás, tan solo cuando escaseen los alimentos del entorno o el agua y a cambio de esa ayuda tomar unos huevos las personas que tomen alimentos de origen animal, consiguiendo así una relación de apoyo mutuo.
Este es el tipo de relación que recuerdo ver a nuestros abuelos y padres cuando era pequeño y que se ha ido perdiendo hasta por ellos mismos que cada vez han establecido una relación mas controlada “por la seguridad de las gallinas” como hacen los políticos con nuestra sociedad para limitar libertades.
¡Volvamos al origen, la cordura y la relación beneficiosa para ambas partes!
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