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Hoy, en Una suerte de tierra: El asunto días de Perséfone

Después de publicar la entrada sobre los días de Perséfone que, para entendernos, definen cuándo deja de haber suficiente luz para que las hortalizas se desarrollen, y de habérselo contado a toda la gente provista de orejas que tenía la mala fortuna de pararse más de 5 segundos a mi lado, la gente me bombardeó con exclamaciones tipo «¡Ah! Por eso se me dan tan mal las coles.», «¡Oh! Qué guay eres, Lucía.» y largos etcéteras.

Pero, pero, algunas personas me dijeron que sus hortalizas seguían creciendo y madurando después del 8 de noviembre. Así que me puse a investigar. Aproveché que el curso de Jairo Restrepo estaba literalmente plagado de hortelanos para preguntarle a la gente si sus hortalizas seguían desarrollándose en noviembre y diciembre y varios de ellos me dijeron que si no hacía frío, sí.

Bueno, hemos tenido un mes de noviembre bastante bueno (hasta hace dos días, claro) y he podido constatar que mis plantas han seguido creciendo y desarrollándose a pesar de haber pasado el día de Perséfone.

Veamos las pruebas documentales:

Huerto de la terraza del aparcamiento a principios de mes (10 nov 2015)

Y aquí a mediados de mes (17 nov 2015)

En sólo 7 días, el crecimiento ha sido impresionante. Pero crecimiento no es desarrollo, ¿verdad? Desarrollo implica que algo se transforma, mientras que crecimiento es sólo lo mismo que antes, pero más grande. Así que la pregunta es ¿hubo desarrollo después del día de Perséfone?

Pues sí. Veréis, cuando limpié las plantas de guisante muertas de la terraza del aparcamiento, encontré que una tenía una ramita verde y la dejé in situ. Durante el mes de septiembre, la planta creció y creció y al llegar el día de Perséfone tenía un par de flores. Yo la dejé tal cual, para observar qué pasaba.

Guisante cometodo con un par de flores a 10 de noviembre de 2015.

Y a día 17, ¿qué encontré?

 Pues sí.

Guisantes, guisantes y flores. Esto es desarrollo y lo demás son tonterías, queridos lectores. Y significa dos cosas:

1) que tengo que replantearme lo de los días de Perséfone, y

2) ¡¡que puedo tener guisantes como cultivo de otoño!!

Y todo gracias a mi maravillosa terraza del aparcamiento. ¿Os he dicho ya lo orgullosa que estoy de ella?

Pues sí.

Para algo que me sale bien.

“Una suerte de tierra” es el blog del Herrén del Cerrado, un proyecto de permacultura en plena sierra madrileña y espacio vivo de la UPP. Está coordinado por Lucía Moreno Velo, facilitadora de la UPP. Para saber más: www.unasuertedetierra.blogspot.com.es

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