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VinculaDos

Autoría: Cocreación de las ciclantes de Marte, coordinado y acompañado por Arminda Abdola

Número de páginas: 44

Formato: Tapa blanda, 14’8x21cm

Descripción

Fanzine. La llamada de Marte nos vitaliza. Su voz es ágil, penetrante, capaz de sacudirnos de la desidia y de las manos del automatismo. Nos mueve a jugarnos sin garantías, asertivamente, a la luz de un misterioso deseo que nos transforma en cuanto se expresa…

Fue su llamada, la de la fuerza vital y la sangre del planeta rojo, la que atendimos a orillas del equinoccio de marzo del 2023, cuando un círculo de 30 personas, 31 conmigo, nos aventuramos a formar parte de “Siembra y cosecha: senderos del crear”, un proyecto de acompañamiento astrológico y práctico del ciclo de Marte.

Sembramos nuestra intención en la Luna nueva de Aries, la caminamos durante 7 lunaciones y cosechamos los frutos en la Luna llena de Aries, cuando en el hemisferio norte los vientos del otoño cada año nos preparan para un nuevo repliegue.

 

Autoría: Arminda Abdola y Herbert Hahn

Número de páginas: 84

Dimensiones: 14’8x21cm

Descripción

En esta práctica encontré una manera de rescatarnos del secuestro de la Navidad, tal cual hoy es concebida dentro del paradigma del consumo. Una manera saludable de permanecer escuchando lo sutil.

Cuando hace años entré en contacto con la tradición de las 12 Noches Santas, recogida por la antroposofía, descubrí una práctica coherente con una concepción orgánica del tiempo y, también, con un compromiso sencillo de permanecer a la escucha de la danza planetaria sobre la que zapateamos − a veces con desafortunada asincronía −, la nuestra, la danza humana.

En esta práctica encontré una manera de rescatarnos del secuestro de la Navidad, tal cual hoy es concebida dentro del paradigma del consumo. Una manera saludable de permanecer escuchando lo sutil − nada más y nada menos que nuestros sueños, emergencias silenciosas de nuestra vida interior − en la fiesta de las luces. Y, ¿por qué no? Encontré también una puerta a una vivencia de la Navidad atravesada por la astronomía, el simbolismo, la astrología y, por lo tanto también, el diálogo con lo sagrado.

Desde entonces, repito. Cada vez que el calendario gregoriano llega a su fin, vuelvo a invitar a quienes me rodean a volcar su atención hacia adentro y a descansar en el campo onírico, en ese espacio profundamente íntimo y, al mismo tiempo, común a todas y a todos.

 

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