“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, nos decía el poeta Antonio Machado, pero en la Andalucía posterior a la conquista cristiana lo único que nos dejaron para disfrutar de la sierra y de la tierra fueron porciones de la misma hecha caminos para trasladarnos junto al ganado para así
poder realizar la trashumancia… y poco mas. Algo minimalista, pero algo es algo como se suele decir y ¡por algo se empieza!.
Y así ha sido varios siglos, pastores, vaqueros, carboneros, cargaores… usaron estos caminos, veredas, cañadas, pasos de herradura… todas públicas cual calles de una ciudad para atravesar la sierra de punta a cabo, pero actualmente la disminución de estos trabajos populares junto a la casi desaparición de la tradición de la trashumancia han dejado los caminos a un uso muy reducido que a posibilitado sin tardanza los ricos en materias y pobres de espíritu en aprovecharse para querer adueñarse de estas pequeñas porciones que nos dejaron como dominio público, ahora, ciegos de avaricia se dedican a instalar puertas y candados al campo hasta donde ni les pertenece por derecho de propiedad privada del sistema actual… ¡Se atreven a poner candados a los caminos públicos! Y por desgracia las instituciones “públicas” lo consienten…
Desde la autoorganización popular no es fácil reclamar lo que pertenece por derecho propio, además de la ausencia de protección por las instituciones que deberían velar supuestamente por que se cumpla la ley, hay que enfrentarse a los guardias que contratan los señoritos de las fincas que usurpan el dominio público, las multas indebidas de momento se ganan en los juzgados pero que acarrean costes judiciales que hay que sostener y presión a muchos niveles… la historia de esta organización es la historia de héroes anónimos que cada fin de semana nos levantamos con la ilusión de ganar una “batalla” mas a la injusticia que nos ha tocado vivir.
En este mes de 2010 cumple diez años la Plataforma Adesalambrar, que nació con la vocación de recuperar el uso y dominio de todas las vías pecuarias, caminos y fuentes públicas de la Sierra Cordobesa, grande ha sido su labor y mayor su constancia y ánimo por conseguirlo.
Con su trabajo, esfuerzo y lucha no solo han conseguido recuperar aquellas porciones de tierra, han recuperado esa parte de nuestro interior que nos clama por salir a la Sierra y pensar: Caminante, no hay camino, se hace camino al andar… hay que animarse: ¡ A Desalambrar!.