Los caminos de corazones a veces tiene lugar físico y otras no, porque estos caminos se andan como la vida misma, a veces sin darnos cuenta, a veces tomando conciencia de ellos, pero lo realmente importante de estos caminos es que nos hacen vivir en plenitud. Cada cual encuentra su camino y a veces coincidimos colectivamente en ellos, esto, está ocurriendo ahora.
Indignadas por el modus vivendi actual ansiamos vivir en un mundo mas justo, nosotras, personas de todos los colores, tonos e intensidades estamos buscando el camino que nos lleve a la primavera soñada, y a veces olvidamos que lo mejor de todo es el trayecto en sí, por muy torcidos que sean algunos caminos y por muchas pidras que nos encontremos la satisfacción de andar nuestro camino no nos la puede arrebatar nadie.
Aquellas que saben razonar mas que sentir, a menudo ponen obstáculos que casi siempre son en lugares no físicos, internet, herramienta de comunicación insuperable, es también el lugar para las personas que deshumanizadas por la máquina que no permite el contacto directo, ni la presencia con la otra, pueda sembrar la critica sin intención de construir, arrojar piedras sin intención de allanar el horizonte, lanzar cuchillos sin intención de sanar a la humanidad.
La relación entre sociedad y persona es cuanto menos bidireccional, la sociedad te marca el camino a seguir, pero la persona tiene la opción de seguirlo, trazar el suyo propio, o unirse al de un colectivo. Lo realmente importante es que cada cual lo sienta como suyo y lo disfrute.
Estos caminos, son a mi entender, los caminos del corazón, los que no se aprenden, ni se trazan con previsión, los que vives instante a instante y no hay mas juicio que el de tu sentimiento constante, que te dicta que vive en plenitud, habiendo postergado el raciocinio a un segundo plano.
Observa tu horizonte mientras disfrutas del camino, despliega tu alas.
¡Démosle fuerza a las personas que en ocasiones se sientan cansadas de andar su camino!