En el Temazcal, con la energía de todos creamos un círculo de purificación y apoyo mutuo. La relación consciente con los elementos nos facilita entrar en nuestro espacio sagrado del corazón. En este viaje, el destino es nuestro interior: abrimos ventanas para poder ver nuestros paisajes, los que nos gustan de nosotros y, también, los que nos impiden ver las flores al borde del camino.Un día entero para alimentar el fuego y darle Calor y Luz a todas nuestras relaciones, las personales, con los elementos, con animales y plantas y, sobre todo, la relación con nosotros mismos.Tendremos cantos nativos, tabaco sagrado, geometría y muchos abrazos.