Hoy, en Una suerte de tierra: ¡Por fin hay higos!


Este es nuestro tercer verano en el Herrén y hasta ahora la higuera no había producido nada. Llegamos a pensar que era boba. Pero un poco de estiércol y un poco de riego hacen milagros y, aunque la higuera no está para echar cohetes, este año dio brevas y ahora ha dado higos.

 Lo que pude rescatar de los pájaros y de mi querida esposa.

El pepino andaba por ahí y se coló en la foto.

Son higos pequeños, de piel fina y clara, casi esféricos, Al abrirlos tienen el centro rosado y ya más a hacia la piel, la miel del higo. Son muy dulces y de sabor agradable.

 Comparación con mi mano.

 La foto es terrible, pero es lo que hay.

El rabito del higo hace un ángulo con el fruto cuando está en la rama porque al madurar la zona del rabito se pone muy blanda y el fruto queda con la cabeza gacha.

 Aunque en la foto apenas se aprecia.

La piel es tan fina que no necesito pelarlos. Normalmente los higos tienen leche en la piel y me irrita mucho los labios, así que tengo que pelarlos. Pero estos se pueden comer a bocados.

El ombligo.

Voy a seguir cuidando de esta higuera a ver si conseguimos que se ponga hermosa y nos dé grandes cosechas.

 

“Una suerte de tierra” es el blog del Herrén del Cerrado, un proyecto de permacultura en plena sierra madrileña y espacio vivo de la UPP. Está coordinado por Lucía Moreno Velo, facilitadora de la UPP. Para saber más: www.unasuertedetierra.blogspot.com.es

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